lunes, 10 de noviembre de 2014

Bebés Robados

El sábado por la tarde estuve por el centro con unas amigas, primero me acompañaron a que le comprara a mi sobri un regalo, luego estuvimos tomando café en un sitio que no conocía, pequeñito pero muy acogedor, me encantó. Llegué a casa a eso de las 10 de la noche, estaba cansada y había merendado tarde, así que decidí ponerme una peli en el ordenador (ya os he dicho que poco a poco nos estamos reconciliando y esta alergia que había desarrollado hacia mi pobre portátil, va desapareciendo. De repente caí que tenía la película en versión original… Puagggg no me apetecía nada estrujarme el  cerebro, y… Oh¡¡ sorpresa subtítulos en castellano (luego me di cuenta que iba entendiendo prácticamente todo sin necesidad de leer los subtítulos y me alegré como siempre de haberla puesto).

La elegida fue Philomena, comedia dramática protagonizada por Judi Dench y Steve Coogan, es una película bastante reciente, se estrenó en España en febrero de 2014. Cuenta la historia de Philomena Lee, una señora irlandesa que creció en un convento, y tras quedarse embarazada y dar a luz a su hijo, las monjas lo vendieron a una familia que quiso adoptarlo. 50 años después Philomena decide revelar el secreto a su hija, y buscar a su hijo perdido, lo hará con la ayuda de Martin Sixsmith, un periodista que se encuentra en un mal momento profesional al que la hija de Philomena conoce de manera casual y le propone publicar la historia de su madre.

La verdad me gustó bastante. Me esperaba un dramón por aquello del tema que trataba, pero lo cierto es que Philomena (o Judi Dench) es una señora absolutamente adorable y con mucho sentido del humor. El hecho de que gran parte se desarrollara en Irlanda, el único país aparte de mi España natal donde he residido, ayudó bastante, y si además a eso le unimos que es una historia basada en hechos reales, pues el resultado es que pasé un buen rato y me alegré mucho de haberla visto. (Os la recomiendo).

Respecto al tema de los bebés robados, no comprendo cómo ha habido personas capaces de comerciar, traficar, negociar con vidas humanas, y mucho menos, que se escondan tras un hábito religioso para ampararse. El argumento de las monjas irlandesas es que Philomena no había tenido ningún reparo en quitarse las bragas ella misma (literal), y eso era pecado, por lo tanto su hijo era fruto del pecado.  Soy creyente aunque no demasiado practicante, y me enerva que se haya utilizado y utilice la religión como escudo para excusar según qué actos de maldad afirmando lo que querría o no querría Dios, cuando segura que no querría es la venta ilegal de hijos que son arrebatados de los brazos de sus padres sin su permiso.

¿Qué pensais?

2 comentarios:

  1. Lo horrible es que aún se hace. En meses anteriores, varias mujeres en Latinoamérica han denunciado que traían dos bebés y sólo les entregaron uno :(

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