viernes, 3 de marzo de 2017

Y PABLO RÁEZ SE FUE, PERO DEJÓ SU HUELLA

Muy buenos días de San Viernes a todo el mundo, espero que hayáis tenido buena semana y el finde se os presente inmejorable. De nuevo hoy vengo con una entrada triste, el mundo ha perdido a un gran luchador que quería seguir viviendo y que aún tenía MUCHO que hacer por aquí. Precisamente hoy mi padre comienza su tratamiento de quimioterapia y estamos deseando que la quimio y la radio le hagan bien, que esto empiece cuanto antes para que se termine rápido la pesadilla, y sobretodo que los efectos secundarios (que sé no es lo más importante pero a él le preocupan) sean los menos y no sufra.

El sábado 25 fallecía el malagueño Pablo Ráez tras dos años de incansable lucha contra la leucemia. Se había convertido en una persona muy popular con sus videos y mensajes en las redes sociales, contando en qué punto de la enfermedad estaba, cómo lo estaba llevando y animando a promover la donación de médula. Eran mensajes de positividad y de lucha, aunque manifestase que era duro o lo estaba pasando mal siempre tenían un final esperanzador.

Era un chico joven y fuerte dedicado al deporte, precisamente gracias a una lesión de rodilla le diagnosticaron la leucemia. Iban a operarle y en el preoperatorio salió en la analítica que algo no iba bien, fue su padre en ese momento el que donó su médula y pudieron trasplantarle. Salió bien, volvió a  hacer su vida, a entrenar, conoció a su novia y al año más o menos volvió a estar presente la leucemia. Volvió a la quimio, a las cámaras de aislamiento, a la lucha, a sus mensajes fuertes y llenos de esperanza en esos interminables meses de hospital. Consiguió hacer viral la donación de médula para salvar vidas, en su ciudad se incrementaron más de un 1000 %. Tuvo que volver a ser trasplantado, esta vez recurrieron a donante anónimo, y no salió bien. Su cuerpo y sus células lo rechazaron. Él lo sabía pero seguía luchando con fuerza y probando todo tratamiento alternativo que le decían los médicos. Hace más o menos un mes sus redes sociales se paralizaron y Pablo dejó de publicar esos mensajes llenos de fuerza y esperanza, los médicos le confirmaron que el trasplante no había funcionado y que no podría seguir adelante, su cuerpo apenas tenía defensas para resistir. Pablo permaneció callado. No quería dar malas noticias a nadie ni que el pesimismo les invadiera. Pero tomó una difícil decisión: le dijo a los médicos que quería morir rodeado de su gente, en casa y no en una fría sala de cuidados paliativos, aunque eso supusiera pasar más dolor.


Su hermana Esther ha contado a los medios que ya estaba fatal, que sufría mucho y los médicos iban a casa a recetarle calmantes. A Pablo ya no le apetecía recibir visitas ni grabar mensajes en las redes sociales, pasó sus últimos días de la cama al sofá y del sofá a la cama viendo películas en familia. Fue degradándose y apagándose poco a poco, su cuerpo no podía más, sabía que se moría... Por eso les transmitió un precioso mensaje a su familia: "Teneís que seguir queriéndoos. Tenéis que estar contentos, hacer las cosas que queréis hacer en la vida y manteneros unidos". Pablo no temía a la muerte, decía que había que amarla porque formaba parte de la vida. Tenía una relación muy especial con Dios, decidió bautizarse a los 15 años y el párroco de su iglesia actuó de padrino. Para Pablo no era Dios quien nos hacía vivir o morir sino nosotros mismos, porque Dios estaba en el espíritu.

España entera se ha volcado con mensajes de cariño a Pablo y a la familia. Tras su fallecimiento además de decretarse dos días de luto oficial en Marbella se suspendió el acto de entrega de las medallas de la ciudad, previsto para el martes 28 coincidiendo con el día de Andalucía. Pero su familia, concretamente su padre Francisco, quisieron que este acto se celebrara y se convirtiera en un homenaje para su hijo, donde se le ha entregado a título póstumo la medalla de la ciudad, y ya se está estudiando recordarle también con una calle.

Confieso que estaba enganchada a los videos de Pablo. A su sonrisa y a sus mensajes de fuerza y de esperanza. Era imposible que esas ganas de vivir que transmitía, y ese ímpetu con el que se comía el mundo incluso en esos momentos no te contagiaran. Llevaba tiempo queriéndome hacer donante de médula y este era el momento idóneo, pero al igual que para donar sangre hace falta pesar más de 50 kilos y yo no llego. Así que no me queda otra que exprimir la vida para homenajear a todos los Pablos que hay por ahí, relativizar y darle la justa importancia a las cosas que la tienen, porque la vida es muy corta y en nada se nos esfuma.

Feliz finde :)


8 comentarios:

  1. Vaya, pobre... Lo bueno es que luchó hasta el último minuto y nunca perdió las fuerzas. La gente así es, sin duda, un ejemplo. Besotes!!!

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    1. Totalmente de acuerdo contigo... es una pena que este tipo de gente se vaya tan pronto y de esta manera.

      Un besito

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  2. me dio pena cuando me enteré y eso que no seguía sus vídeos. La verdad es que era y es un ejemplo, no todo el mundo tiene fuerza para ser positivo y para enfrentar así las cosas. Da vértigo sólo pensarlo.
    Yo tampoco puedo ser donante y me da rabia, pero no llego a los 50 kilos ni de lejos y no me dejan ni donar sangre, pero me alegra que haya aumentado tanto el número de gente que lo hace.
    Un beso.

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    1. Pues me alegra no ser la única que no puede por peso (ni podrá). Dicen Irene y Gema que médula sí que podemos donar y me alegra mucho saberlo.

      Un besito

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  3. La verdad es que mi especialidad me hace vivir constantemente cerca de este tipo de pacientes. El hecho de que se haya dado a conocer tanto la enfermedad como una de las posibilidades terapéuticas, me parece algo positivo (aunque reconozco que el final no es el mejor, y al haberse hecho tan mediático da una sensación de "enfermedad incurable" que no corresponde a la realidad)

    De Pablo... hay que destacar su generosidad al buscar el aumento de número de donantes sin venirle ya a cuento y su madurez y lección de vida. Su mensaje era para poner los vellos de punta.

    Por otra parte, aclaro, que para registrarse como donante de médula ni para efectuar finalmente la donación en caso de que hubiera compatibilidad, NO SE NECESITAN 50 KG. De hecho, el donante "ideal" es el donante emparentado (hermano/a), pasa que solo un 25% de los pacientes tienen hermano HLA compatible. Y hay heramanos e hijos, que son donantes para sus familiares siendo menores de edad y con menos de 50 kg.

    Sí que es cierto que cuanto más peso "mejor" en el sentido de que con ir un día, basta. La gente que pesa menos (incluyendo aquellos casos que se donan a sí mismos (el autotrasplante)) pues le suelen hacer falta dos tantas para recoger las células.

    A diferencia de la donación de sangre, donde se extrae algo menos de medio litro de sangre, en la donación de progenitores, se usa una máquina "parecida a las de diálisis", y realmente la cantidad final extraída en volumen, no es muy grande.

    Lo que sí que es importante decir es que antes de registrarse como donante hay que estar bien informado y convencido de la decisión. Porque en el caso de que te llamen, dar marcha atrás es fastidiarle mucho mucho mucho la vida a una persona.

    Aquí dejo una página de información: http://www.fcarreras.org/es/donamedula

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    1. Gracias por la info Irene. Había leído en varios sitios lo del peso. Siempre me ha dado rabia no poder donar sangre cuando soy una persona sana y fuerte, leeré bien la información en el enlace.

      Un beso

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  4. Hola!!!!
    A mi me ha dado mucha pena porque era un chico muy joven y que logró dar visibilidad a la donación.

    De todas formas, y ahora sé que me van a comer viva, creo que tampoco hay que exagerar, y los homenajes están muy bien, pero no es el único y solo se los hacen a él, la medalla vale, pero la calle creo que es demasiado(ahora voy a quedar de insensible), pero hay mucha gente que hace esa misma labor y no les dan ningún homenaje. Sandra Ibarra, por ejemplo, tiene una fundación y desde ella luchan mucho por esta enfermedad, y no veo que nadie se lo reconozca. Sé que ella no ha muerto, pero lo ha pasado mal y una vez recuperada, en vez de vivir del cuento o de su novio se ha involucrado en la enfermedad, o Josep Carreras...y en el voluntariado donde va mi hija hay grandes luchadores, el año pasado se les fue un niñito de 13 años, menudo disgusto, y hay muchos niños y jóvenes que luchan y después, aunque no son tan visibles como Pablo, siguen ayudando. El mejor amigo de mi hija superó un linfoma de pequeño y ahora es voluntario, no puede donar pero va a ayudar y sujetar la palangana de un niño que vomita después de la quimio para que su madre pueda hacer u papeleo o ducharse también es importante.

    Lo de donar...mi hija es donante, yo no puedo por una lesión de columna, pero sé que lo del peso no importa, en cambio para la sangre sí, yo no pude ser donante de sangre durante años por temas de peso, pero para médula buscan otras cosas, aunque te digo que es difícil, mi hija es donante desde hace más de año y medio y no la han llamado nunca.

    Desconocía el final de Pablo, no leo esos detalles y me he agobiado al leerlos ahora, pobre, qué horror, pensaba que había sido algo más rápido, uffff, que mal cuerpo se me ha quedado.
    Besos y feliz fin de semana.

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    1. Por supuesto que hay muchos Pablos por ahí y es una pena. Yo creo que Pablo ha destacado por la rápida forma en que aumentó la cantidad de donantes, sino tal vez no le hubieran dado tanto bombo. Siento haberte dejado mal cuerpo,

      Un besito

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