domingo, 21 de diciembre de 2014

LA RAZA NEGRA

El domingo pasado pusieron en la tele, una película que ya había visto pero que volví a ver porque me gusta mucho. "Criadas y Señoras" cuenta la historia de Skeeter, una chica de veintidós años que vuelve a su casa en el sur de Mississippi y decide contar la historia de las mujeres negras que han servido en las distintas casas de la alta sociedad blanca de los años sesenta. La sorpresa vendrá cuando éstas les digan que contará la historia pero en primera persona, surgiendo así un testimonio revelador de todas las injusticias y discriminaciones a las que éstas mujeres se vieron sometidas. La verdad es que se ven situaciones absolutamente arcaicas y vergonzantes, como obligarlas a salir de la casa para ir al baño porque no podían usar el mismo que "sus señores" , comer en la cocina, trabajar  de sol a sol sin rechistar, tratarles como seres absolutamente inferiores...

 

















Merece la pena verla. Es una película que te hace pensar y no deja indiferente para nada. Me hizo reflexionar sobre la cantidad de sufrimiento y vejaciones que ha tenido que soportar la raza negra a lo largo de la historia de la humanidad.



 

He de confesaros que el día que Obama se convirtió en presidente de los Estados Unidos yo me alegré infinito. No miré el partido que gobernaría ni si me gustaba o no su política, sólo me quedé con que por primera vez en la historia de los Estados Unidos, un hombre de color había llegado a la Casa Blanca, y lo celebré. Hay cantidad de películas y testimonios que nos hablan sobre la lucha y superación de esta raza por salir adelante. Y desde luego es admirable, o al menos, es digna de reflejar.




Recuerdo que en el colegio de monjas donde yo estudié, de repente un año llegaron dos monjitas de color procedentes de Kenia. Eran muy jóvenes y nosotras teníamos algún recelo. Mis compañeras se quedaban a comedor y algunas no querían que éstas monjitas les pelaran la fruta porque "tenían las manos sucias". Ellas tuvieron mucha paciencia y a fuerza de darnos su cariño, poco a poco nos fueron ganando (no recuerdo qué edad tendríamos, quizás 8 ó 9 años), y para muchas era nuestro primer contacto con alguien de color. Recuerdo un día que en la fila de camino a clase, las vimos, y todas corrimos a darle un beso. Mi compañera que iba detrás mía en la fila, me dijo, sabes? Hoy Inés e Isabel (así se llamaban) nos han enseñado las palmas de sus manos en el comedor, y las tienen super blancas y muy limpias, y también nos han enseñado una canción en suahili, su idioma de Kenia. Con los años fueron llegando más y nosotras las aceptamos sin grandes problemas.

Yo no tuve grandes problemas en hacerlo porque nunca he sido racista, es más, no me entraba en la cabeza que les trataran diferente por tener otro color de piel, y que no pudieran hacer según qué cosas por eso. Aunque sí que tengo que deciros que cuando tenía dos años o así le cogí un pánico inexplicable a los negros y a los payasos. A los payasos bueno, si se me acercaban mi madre no tenía ningún reparo en decirle que me daban PÁNICO los payasos, pero a un negro..... ¿Cómo le ibas a decir eso?

De pequeña veía otra película que también reflejaba el tema de la esclavitud: Huckleberry Finn, gran historia de Marck Twain que cuenta cómo Huck y su amigo Jim (un esclavo negro prófugo) recorren el río Mississippi tratando de llegar a Ohio precisamente escapando de las situaciones vividas.






 












Me gustaba mucho verla, pero no entendía porqué el pobre Jim tenía que escapar, y si lo capturaban porqué iban a ponerle grilletes.... Afortunadamente, ahora parece que la sociedad ya no es tan retrógada, y los niños, con esto de la inmigración y que ahora en clase lo mismo tienen un compañerito chino, o ecuatoriano o negro, los niños lo llevan mejor. Ya sé lo que me váis a decir, que el racismo sigue existiendo, y lo sé, hay gente así de simple y así de inculta pero creo que son los menos.

Yo trabajé durante algo más de un año como voluntaria en Cruz Roja, tratar a gente de otras razas, culturas, o simplemente que vivían al lado de mi casa pero que por la crisis se habían visto en una situación de exclusión social, me hizo darme cuenta de que no hacía falta irse lejos para ayudar. Yo trataba sobretodo con inmigrantes, cada uno de su padre y de su madre, con realidades muy diferentes pero me enseñaron muchísimo, me dieron muchísimo cariño, y el concepto que podía tener hacia ellos y hacia sus culturas cambió radicalmente. Esa experiencia tan gratificante en mi vida os la contaré en otro post.

9 comentarios:

  1. No he visto la peli... pero leí el libro de "La isla bajo el mar" de Isabel Allende y me gustó muchísimo.
    La verdad es que cuando éramos pequeñas en España era raro ver a alguien negro por la calle. Era infrecuente ver a gente de otros países. Recuerdo que en mi colegio, justo al inicio de la inmigración nos trajeron a dos personas de dos países diferentes. Uno de ellos era irakí, el otro no recuerdo. Y les íbamos haciendo preguntas y ya de por sí me parecía curiosísimo.

    Pero aún recuerdo que en mi primer colegio todo lo extranjero que había era una familia de chinos que siguen viviendo en la ciudad y con quienes mis padres siguen teniendo contacto. Luego llegó un niño polaco a la clase y por supuesto era conocido como "Miguel, el polaco" (todas las niñas loquísimas por él, por cierto.. jaja), luego en el instituto, empezó poquito a poco... y estaba "Jorge, el peruano". Y un poco más adelante... dejó de ser necesario poner "apellidos" que los indentificaran, porque ya era de lo más normal. A mí me encanta ir por la calle y ver a gente de diferentes razas, culturas, compartiendo calle, compartiendo zonas, compartiendo amistad, formando familias... En fin. Siendo iguales.

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    1. Te recomiendo la película Irene, seguro que te gusta. Afortunadamente los niños son niños y tratan con normalidad muchas situaciones hasta que llega un adulto y "lo estropea". Un besote

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  2. Yo salí con un chico negro, nacido en España y a quien no le faltaba detalle a la hora de vestir ni de nada y nunca olvidaré que una vez tuvo movida en un bar viendo un partido y cuando llegó la policía, para que detuvieran a los otros, se inventó que estaba siendo objeto de insultos racistas siendo mentira y a los chavales los detuvieron. Pero esto no va en el negro ni en el blanco, sino en la cara más dura que el cemento.

    Sí recuerdo la primera vez que una persona negra vino a mi colegio, que a la gente le faltaba tocarla a ver si desteñía. Aquello fue el tema de conversación de varias semanas.

    En fin, yo tengo un ahijado negro, y te puedo asegurar que hay países en los que la gente ni se percata de que fulano es blanco o negro; yo misma caí en que los actores de "Cosas de casa" lo eran cuando una profe se puso a criticar que el único blanco que salía en la serie hacía de tonto.

    Aquí acabará siendo así con la globalización, por suerte.

    Besos

    32+0

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    1. Por cierto, mi abuela era mulata y tengo primos de todos los colores.

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    2. Exactamente. La cuestión no es ser blanco o negro sino ser un cara dura o no, y esos los habrá de todos los colores jejeje. A veces de niños nos cuesta un poco asimilar las cosas nuevas, y luego se hacen sin el mayor trauma. Tengo la sensación a medida que te conozco, de que tu vida y la de tu familia es apasionante. Un besote

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  3. Hola!!!!!
    Pues en mi clase había un niño negro y yo no lo veía ni negro, supongo que por la costumbre.
    La mejor amiga de mi hija es china y cuando eran pequeñas alguna vez llevábamos a la chinita (que yo no veía china, la verdad) y a veces la gente me preguntaba si la había adoptado y una señora, bastante impertinente me dijo que si podía quererla tanto como a mis hijos. Obviamente no, pero porque no estaba adoptada, si la estuviese criando yo claro que sería una hija, es que la gente.
    Yo tampoco soy nada racista, hay de todo en todas partes y en mi familia si que hay de todo así que juzgo a las personas no a la raza.
    La peli de Criadas y señoras no la vi, pero lei el libro y me gustó un montón.
    Un besín.

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    1. Es que la gente es tan imbécil y dice una sarta de gilipolleces a veces..... Vaya tela. Un besote

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  4. Yo conocia el libro pero no sabia de la peli. Que me recomiendas leer antes el libro no?

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