FORMACIÓN Y EDUCACIÓN: ¿VAN DE LA MANO? (I)

Tal vez esté un poco intensa últimamente con el tema de la educación y todo lo que de ella deriva, pero es que si os soy sincera, no paro de ver a diario situaciones relacionadas con esto que me encrispan. Hoy quería debatir/ reflexionar acerca de la formación y la educación, ¿pensáis como bien indica el título que van de la mano? Es decir, ¿a más formación recibida más educación se tiene? Yo no sé qué pensar creo que hay de todo, por lo que estaría de acuerdo con esta teoría en un 50%.

Veréis yo creo que la formación que se recibe a lo largo de la vida, a parte de conceptos sin más también cala en la persona y le transmite una serie de cosas, que es probable que en el momento no nos demos cuenta, pero que a la larga se notan. Para mí por ejemplo ha sido MUY importante ir a la universidad no solo porque adquieres una titulación superior, que se supone te va a ayudar a encontrar un trabajo en el futuro y a prepararte para desarrollar una profesión. La universidad te aporta cultura general, te abre la mente, te enseña a saber estar, a tener otra visión del mundo mucho más amplia, yo diría que de alguna manera es una enseñanza básica de vida que te enseña a madurar a lo largo de los años de estudio, y poco a poco hace que la persona se vaya dando cuenta de lo importante en la vida, de lo que quiere y de lo que no... (No sé si me explico bien). Como he dicho otras veces, es básico lo que se recibe en casa y no deja de ser menos importante en esta fase de la vida, tan importante  para la vida de una persona. Por eso hay personas que aunque pueden tener la titulación de medicina y ser estupendos cirujanos o ingenieros de caminos, hablan y parece que ni siquiera acabaron la ESO o que son hablando en plata "unos cazurros". Y ¿por qué? Pues porque la universidad es como todo y hay gente que pasa por ella sin pena ni gloria, como el que pasa por el parque. O que se licencia pero nada más, no se ha dejado permeabilizar por todo lo que la universidad conlleva...

Como sabéis yo estudié periodismo, y tenía compañeros de pueblo con acento MUY cerrado, que yo sinceramente los escuchaba hablar y eran tan sumamente brutos y bestias que no los veía trabajando en la radio o en la tele por mucho que me los tratara de imaginar. Muchos y muchas, a la hora de las prácticas eran capaces de cambiar de registro y tener una correcta dicción y una perfecta pronunciación ante el micrófono (cosa que a mí me resultaba curiosísimo porque acababa la práctica y volvían a ser bestias), otros, pasaron por ahí como pudieron porque tenían que pasar y punto. Y yo me pregunto, ¿Para qué vas a la universidad entonces, si vas a seguir hablando como un cabrero? (con todos mis respetos para los cabreros) ¿ De qué te han servido a ti los cinco años de carrera, alma de cántaro?

Recuerdo un caso que se me quedó grabado. Primero de carrera, primer cuatrimestre, revisión del examen de lengua. La cola llegaba desde el despacho de la profesora hasta el pasillo pues había un alto porcentaje de suspensos, y me veo a una chica que había ido a revisión a pesar de tener un 5,5 porque según ella el examen le había salido fenomenal y esperaba más nota. Bien, la profesora le había bajado la nota considerablemente por una falta de ortografía GRAVE, había escrito hincapié así: incapie. En primero de carrera señores, para más inri asignatura de lengua de la carrera de periodismo. La profesora le dijo (muy bien dicho a mi parecer) que cualquier falta de ortografía en la universidad era grave, pero mucho más aún si éstas eran en SU asignatura, tan básica y tan importante para un periodista, que si no sabía escribirla ya podía haber sido más lista y utilizar un sinónimo. Pues se fue indignada, y yo terminé indignada con su injusta indignación.

Y es que si normalmente la gente que habla mal y las faltas de ortografía me pueden, mucho más aún cuando éstas provienen de gente con estudios y formación. Mi prima tiene dos carreras (Dirección y Administración de empresas, y márketing), bueno pues de vez en cuando le da unas patadas al diccionario que a mí se me llevan los demonios. Dice agüela y celebro, y yo lo siento mucho pero no me puedo aguantar, como hay confianza yo con gracia le digo que por Dios hable bien que tiene dos carreras, y encima su padre era profesor de lengua castellana y si el pobre levantara la cabeza, la oye y se vuelve a morir.

¿Qué pensáis sobre esto? ¿Creeis que la gente con más formación comete menos faltas de ortografía o habla mejor que la que se quedó en la formación básica? Dejo el debate abierto para una segunda parte donde quiero tratar si la formación influye a la hora de cumplir más o menos lo que se conoce como normas cívicas de la sociedad.