A VECES LA VIDA ES INJUSTA (Y LOS PERROS MUERDEN (II))

Lo prometido es deuda corazones, y aquí tenéis la segunda (y última entrega), de mi pesadilla. Os había dejado en qué había pasado cuando hablaron con ella. Todo esto ocurrió a finales de semana, y quedaron en hablar con ella el martes. El viernes recibí una llamada de mi jefa (que se ha portado fenomenal en este tema y me ha estado llamando a móvil varias veces al día), que me advirtió que como tenía que trabajar con ella el fin de semana, que no me preocupase porque ella NO iba a saber nada e iba a estar tan normal. Que yo estuviera tranquila, que hiciera bien mi trabajo y que la cubriera, y que a la mínima no me callara ni una, que le habían insistido que a la más mínima informara y que se la llevarían a otro lado, que podía ser mejor o peor, pero que evidentemente NO se iba de rositas ni premiada a otro servicio, sino que probablemente sería peor...

La que no estaba tan normal era yo. Que ya estaba MUY cansada, agotada y harta de toda esta historia. Para resolver el tema de la puerta, a mi compañera E. y a mí nos hicieron una llave de la oficina, de manera que no tuviéramos que esperar a que nadie nos abriera, si no que abríamos y punto. Cuando llegué el sábado no me apetecía hablarle, no es que me negara a ello, pero no le dí tema de conversación como he hecho otras veces. Me considero una persona clara y nada falsa y no era coherente estar como si nada cuando había pasado un calvario los tres días de descanso... Ella tampoco me dirigió la palabra, así que se dirigió a una compañera vigilante de seguridad (que lo sabía TODO), a preguntarle si me pasaba algo. Ésta con toda su buena intención para mediar, le dijo que sabía que yo estaba dolida porque yo la cubría siempre y sentía que ella a mí no, que por qué no hablaba conmigo y me preguntaba. La bruja le dijo que ella NO me preguntaba porque una vez me preguntó y yo le contesté de muy malos modos (OJO a los malos modos: alguna vez que he estado hasta el chumino me ha notado seria y ha empezado: ¿Te pasa algo? Estás muy seria... Yo que no le voy a contar mi vida y obras le digo no...nada y ella erre que erre seguro que no te pasa nada? ¿Es conmigo? Porque que yo sepa, yo no te he hecho nada.... Al rato, a tí te pasa algo... cuéntame qué te pasa, qué te pasa dímelo¡¡ Ante una persona que NO es tu amiga y que usa el modo imperativo como exigiendo, que le digas qué te ocurre, evidentemente no sólo no se lo iba a decir, si no que secamente le contesté que no me pasaba nada, ni con ella ni con nadie). Pero a la SEÑORA, que se pone los cascos y si le hablas hace como que no te escucha cuando te está oyendo perfectamente, le molestó. La SEÑORA, que para preguntarte que te pasa usa exigencias y la forma verbal en imperativo, lo último que te dan ganas es de contárselo. Y ya como veréis ante la pregunta: es conmigo? Que yo sepa yo no te he hecho nada... Hay un trasfondo interesante, porque si yo sé que no he hecho NADA y tengo la conciencia tranquila, no se me ocurre preguntar algo así.

Así que pasé un fin de semana de órdago sin dirigirle la palabra más que el saludo de educación (que a mí me enseñaron, ante todo) y el martes me dijo E. que cuando se la había llevado el jefe ella había vuelto tan normal, aunque eso sí, muy colaborativa. Al día siguiente salí de casa temiéndome lo peor, y recé todo lo que me sabía durante el camino. Cuando llegué, me la encontré en el ascensor, y me dijo de buenísimas maneras: Oye Clara, tú tienes algún problema conmigo? Y yo le dije yo lo único... y me interrumpió para decirme que teníamos que estar 9 horas trabajando juntas y que mejor que si teníamos algún problema era mejor hablarlo y tratar de solucionarlo (parecía que estaba oyendo hablar a la compañera de seguridad que os mencionaba más arriba, reprodujo sus palabras), me dijo: yo creo que conmigo si puede hablar... dije... Bueno.. sinceramente después de la que me liaste con los pañales.... Le dije que yo me sentía dolida porque yo la cubría siempre y ella a mi no, empezó con excusas de bueno, yo creo que sí que te cubro a no ser que no sepa, o no pueda, y entonces no... Le dejé claro lo que iba a hacer y lo que no, y que si ella estaba normal  y se comportaba correctamente, yo también lo estaría... Me dio a entender que la bronca que le habían echado era porque yo me había quejado exclusivamente, y cuando se fue a desayunar llamé a mi jefa y se lo comenté. Me reiteró que no, que se le habían dado quejas de todo el mundo y que no me callara NADA, que a la mínima se largaba.

Mi jefa opina que NO va a cambiar porque las personas como ella que se creen que te están perdonando la vida cuando hablan, no cambian. Mi jefa me ha pedido que tenga paciencia porque le queda un telediario, pero mientras tanto, he de soportarla. De momento está más suave que un guante conmigo, a ver lo que le dura. Mis compis que ya la han sufrido anteriormente, piensan que no es nada personal para conmigo. Que ella es así y trata así a todo el mundo, y para ella, hacer ese tipo de cosas es de lo más normal.