CUMPLIENDO OBJETIVOS

Muy buenos días a todos¡¡ El tiempo pasa volando y ya es lunes de Semana Santa, como aquel que dice hace dos días estábamos comiendo turrón y polvorones y celebrando la Navidad, qué barbaridad¡¡ No sé si recordaréis que hace unas semanas os conté que me había propuesto que este fuese mi año, pues bien, como dice el refrán "el movimiento se demuestra andando", y yo ahí estoy con la firme convicción de que lo va a ser, de que lo está siendo, y moviendo los hilos.

He empezado por el último punto, el de mejorar la salud y la calidad de vida. He estado muchos meses pensando, preparándome mental y físicamente, sabía que había que pasar por "el taller de reparación", vamos por quirófano, y parar mi vida un par de meses... Como me da tanto miedo todo lo que implica hospital, intervenciones, médicos... al principio era como que quería alargarlo todo y que no llegase nunca... pero al final el comedero de cabeza era casi peor y para no volverme loca necesitaba salir de esto YA y sentir que todo iba fluyendo y que no seguía estancada en un mismo punto. Así que bueno, el sábado fue ese día, y tengo que deciros que todo ha ido muy bien y ya estoy en casa. Sólo he estado 24 horas hospitalizada por protocolo y en observación, y ahora me toca dejarme mimar.

Las últimas semanas han sido muy estresantes, con la sensación de que todo estaba muy ralentizado, tengo que hacer un inciso para aclararos que la intervención ha sido por lo privado, como soy tan responsable yo en lugar de adecuar las citas médicas, lo hacía todo en función de los descansos del trabajo, y un día mi madre me dijo que o empezaba a pedir horas, o esto se iba a alargar hasta la desesperación (y tampoco podíamos alargar eternamente porque polluela mayor hace la Comunión a final de mayo y yo quería estar ya recuperada). Comprendí que mi madre tenía razón y empecé a pedir citas y horas médicas en el trabajo. Poco a poco fui avisando a mi jefa, a la subcontrata y a mi supervisor... no tenía fecha pero estaba cerca. Y de repente un día el supervisor le suelta a la sustituta delante mía y a bocajarro que estoy pendiente de una intervención y estaré de baja un par de meses... Se quedó descuadrada, supuestamente tenía que estar alegre porque iba a currar dos meses, pues no... al día siguiente tuvo que ir porque E se dio de baja con faringitis, y a la chica le dio un parraque y dijo que ya no iba más.

Os podéis imaginar el estrés. Había que buscar a toda prisa una sustituta de la sustituta, más todas las cosas que yo tenía que seguir haciendo, no creáis que es moco de pavo parar tu vida y saberlo con antelación, tienes que prever e ir dejando cerradas una serie de cosas... y lo de la sustituta.. pues al final es sustituto pero igualmente no nos gusta. En un principio se ve aparente pero luego nos hemos dado cuenta que va de listillo y hace y deshace según le da la gana. Gasté tiempo y saliva en formarle para nada porque total, no tomó ni una nota y a la hora de hacer las cosas como no se acuerda (lógico y normal) pues no consulta sino que hace lo que le parece y la lía parda. A la primera que no le gusta es a mi jefa y la entiendo, pero yo llegó un momento que pensé en mi y en nadie más. Me estoy perdiendo la semana santa y la feria, y me alegro por la hecatombe que supone, pero sé que me van a echar mucho de menos en el zulo.

Y a lo mejor llegados a punto os estáis preguntando , qué era todo eso que yo tenía que hacer?

-Ir a la peluquería:

Dicen que la imagen es primordial en el estado de ánimo. Fui a finales de noviembre a repasar corte y mechas por lo que ya tenía bastante raíz y no me lo pensé. Aunque no pueda salir de casa en una temporada yo quería verme el pelo medio decente para que mi encierro no me deprimiese aún más.

-Celebrar mi cumple:

No se cumple una treintena todos los días, además era la última salida en mucho tiempo. Así que el día antes de la operación me fui a cenar para despejarme un rato y echar unas risas.

-Recoger el título de inglés:

Podía recogerlo alguien en mi nombre con una autorización, pero prefería ir yo y dejarlo solucionado, que además ahora soy dependiente y no me puedo quedar sola.

-Limpiar el zulillo:

Por supuesto que tenemos personal de limpieza, y limpian la oficina, PERO cada vez lo hacen menos y peor. No por culpa de ellas que quede claro, sino porque sus jefes y encargadas les dan prioridad a otras cosas, por lo que las pobres siempre van a la carrera. No sé si os he comentado alguna vez que allí nos entra muchísimo polvo, no sé si por la corriente, el paso de trenes o por estar subterráneo, pero entra mucho polvo y además es NEGRO. El caso es que la semana pasada estuve tirando cosas y limpiando el mueble sobre el que está la impresora, y el otro día que estaba tranquila pillé por banda la balleta y le dí a la torre del ordenador, a la pantalla, levanté el teclado y fregué el lapicero y el cacharrito del fixo que no podían tener más mierda. E. tiene el síndrome de diógenes y no solo no limpia sino que no tira un papel, y como le digas ue has tirado algo se descompone, así que cuando a mí me parece tiro papeles que ya no sirven ordeno y limpio... Me puedo imaginar cuando vuelva a dónde llegará la mierda..... Ay Señor.

Y nada más, de momento lo llevo bien, me dejo mimar y me lo estoy tomando como unas vacaciones. En principio no va a afectar al ritmo del blog y ya me apañaré para escribir, aunque por si acaso, he dejado algunas entradas preparadas. Un besote a todas.

Edito para deciros que voy mejorando aunque con muchos dolores por lo que dudo que conteste comentarios y lea post. Yo pensaba que esto iba a ser más fácil de lo que está siendo, por lo que de momento publicaré el miércoles y ya no sé cuándo podré hacerlo, espero que todos los chutes que tomo hagan efecto. Volveré pronto