Tal vez os estéis preguntando porqué perro y no gato, o hurón. Pero es que yo soy perruna. Me gustan todos los mamíferos, soy defensora de los animales y antitaurina, pero sobretodo soy perruna. Desde pequeñita quise tener un perro. Le hacía chantaje emocional a mi madre, porque le decía que me sentía muy sola y me aburría y que quería un hermanito para jugar, como el hermanito no era factible, cuando lo asumí empecé a pedir un perro, quería un compañero de juegos, alguien con quien jugar, y bueno, digamos que no paré hasta que lo conseguí. Creo que os lo he contado alguna vez pero no aquí en mi blog. Comenzamos a ir a exposiciones de perros y gatos. A mi la raza me daba igual, mi madre tenía claro que quería un perro pequeño que abultara poco (la mujer lo hacía por mí, pero nunca le han gustado los animales). Finalmente la cosa estaba entre un schnauzer enano o un yorkshire terrier.
A mí la verdad, si en ese momento me hubiesen preguntado si quería un chucho sarnoso de la calle, hubiera aceptado, yo quería un can a toda costa. La forma, tamaño, color o raza era lo de menos. No sé porqué fue comprado, bien podíamos haber ido a la protectora ahora que lo pienso, pero claro, mis padres querían un perro pequeño, y yo creo que pensaban que quizá en una protectora te podían dar gato por liebre. Finalmente un sábado de mediados de noviembre, fui con mi hermana a hacer unos recados, y al volver a casa, no sólo había en casa un montón de amigos y familiares esperando a verme la cara, si no que cuando entré al salón, me quedé ojiplática con lo que vi. Encima de la mesa del salón había una caja de zapatillas Rebook de mi hermano, y dentro había una cosita muy chiquitina y temblorosa, con una moña roja de regalo en el cuello. Ahí estaba el que se convertiría en mi fiel amigo y compañero de aventuras: mi chuchi, mi chiqui, mi pelusa, mi guarrillo.... hecho un bebé de mes y medio... todo amor. Finalmente la elección fue un Yorkshire, éste Yorkshire:
Crecimos juntos. Le ponía la ropa de los muñecos, lo paseaba en el carrito, fue el mejor regalo de Reyes adelantados que pudieron hacerme nunca. Mi fiel amigo y compañero dormía conmigo (literal en mi cama) y era igual de friolero que yo... Estuvo con nosotros hasta los 14 años (yo tenía 25), vivió feliz, rodeado de una familia que lo quería muchísimo y aprendiendo a compartir y a soportar el protagonismo de las polluelas (ellas aún le recuerdan). Un cáncer en la boca se lo llevó en tres semanas. Yo andaba por Málaga. Por trabajos de la uni no me pude venir a despedirle, lo estaba pasando fatal por la ruptura con el cabrón malagueño, tenía un pico de estrés en la facultad importante, y justo se tenía que ir mi fiel compañero? No lo entendía, y durante mucho tiempo no lo entendí. Me sentía culpable y dormía con su collar bajo la almohada, me dormía llorando todas las noches, y eso sólo lo entendía quien ha tenido un compañero o compañera tan fiel, de 4 patas o de dos, con pico o con hocico...quien ha tenido mascota.
Al año siguiente acogí un perrito de una protectora de animales unas semanas. Era un cruce de podenco y se llamaba Silvio. Me lo llevaba al parque todas las mañanas, y pensaba por el camino si mi pequeño saltamontes estaría en el cielo de los perros protestando porque con él nunca hice nada semejante, o si pensaría si a Silvio lo quería más que a él. Silvio era menos dependiente y estaba menos mimado, pero pronto empezó a absorberme cada vez más y me llegó a agobiar... Cuando pasó el tiempo que tenía que estar en casa y se fue, me dio pena pero me sentí liberada.
Pensé que tal vez yo no quería volver a tener perro. Sabía que no se quedaría más que unas semanas, y no sabía si estaría preparada para volver a tener que hacerme responsable de alguien toda su vida. Las vacunas, sacarlo a pasear, lo que implica cuando te vas de viaje o de vacaciones... quizás era demasiada responsabilidad. No lo sé, mi madre dice que lo hice (con su consentimiento por supuesto), porque tenía la espinita clavada, porque no pude despedirme de mi chuchi... No lo sé, pero lo cierto es que soy perruna, y que cuando mi hermano decidió comprarse una perrita de agua, yo no hacía más que animarle y decirle que la llamara Rita. Finalmente mi sobri peluda se llamó Pipa, y me sigue encantando que venga de visita...
Sé que mientras siga viviendo en casa de mis padres no volveré a tener mascota, ni un mísero pez, porque ellos no quieren y debo respetarlo. A veces pienso que repetiría, otras que no, aunque cuando veo por el facebook perros en la calle me los quedaría todos. No sé, me tira para atrás el hecho de querer hacer un viaje más o menos largo o irme de vacaciones y qué hacer con él/ella. Según el día veo que no es tan problemático, mi hermano se la lleva a todos lados que pueden, cogen hoteles que permitan mascotas o si van muy lejos la dejan en una guarde canina... pero no sé no lo termino de ver, y ahora que es época en que por desgracia abandonan tantos animales por las calles se me repite aquello de "No lo abandones, él nunca lo haría". Si me lo planteo obviamente es porque haría una adopción responsable, para toda la vida, y si dudo lo más mínimo No lo voy a hacer, tener un perro o mascota no es ir a Zara a por un pantalón y si no te gusta lo devuelves, NO. De hacerlo lo haría con todas las consecuencias, y aunque no lo hiciera os diré, que crecer con un perro fue una de las mejores cosas que me pasó y que seré perruna hasta el día que me muera.
Os dejo el enlace de una de mis primeras entradas del blog donde hablaba de la existiencia del "cielo de los perros".
Ufff Clara!!! Qué entrada más bonita!!!!! Yo soy 100% perruna también. De pequeña siempre quise perros. Mi padre tuvo dos: primero Cholo (un setter con pedigrí que nos regalaron) y luego Estrella (una perrita sin raza que me volvía loca). Los tenía en una caseta en el huerto y se los llevaba al campo... En casa nunca subieron porque mi madre odia los animales, no le gustan nada y a mi padre le gustan pero lo justo. Luego conocí a mi chico por suerte para mi un amante de los animales. Él tenía a Tonky un cruce de pastor alemán. Al principio no me quería mucho pero luego se convirtió en mi fiel compañero. Al tiempo llegó Chimba, nuestra rottweiler. Fue como el inicio de algo en común. Con ella tengo la conexión que llegué a ver con Tonky y mi chico. Se hablaban con una mirada. Yo con mi gordita soy igual. Nos entendemos con una simple mirada o con un gesto. Nos complementamos... a veces pienso qué un día se puede morir y me dan los mil males. Cuando murió Tonky lo pasé fatal. Chimba (esa que algunos llaman la perra asesina por ser un rottweiler, pero que es más buena que el pan) cogió depresión. No quería comer, no quería salir a la calle.. se pasaba el día llorando en el rincón donde había muerto Tonky. A mi esto me partía el corazón. Al cabo de dos meses como la cosa no mejoraba llegó a casa Xena otro cruze de pastor alemán. Madre mía... la terremoto de Alcorcón!!!! Son dos perras buenísimas, obedientes y muy muy amigas, se pasan el día jugando. A mi me tienen loca y me llenan de felicidad absoluta.
ResponderEliminarYo se que en casa de mis padres nunca voy a tener perros pero por suerte en la de mis suegros tengo a mis dos mejores amigas. Piénsatelo bien, pero yo creo que acabarás con un perro.. jejejejeje.
A mi lo de los abandonos me pone de muy mal humor!!!
Un besazo reina y perdona por todo el rollooo
No tengo nada que perdonarte guapa porque tus rollos me encantan... no lo tengo claro pero de momento no es factible porque seguiré en casa de papá y mamá asi que... tengo tiempo jiji besitos
EliminarOtra amante de los animales por aqui!! Aunque lo mío es amor incondicional y completo por las aves y en casa siempre hemos tenido. Pero siempre pedí un perro, de peque le decía a mi madre la noche de reyes que si me levantaba y me habían dejado un perro en el salon los reyes yo me desmayaba :) pero nunca pasó, mi madre es antiperros en casa (aunque luego si ve a alguno por la calle se baja corriendo a ponerle agua y salchichas, pero ni los toca ni nada porque le da repelús fíjate).
ResponderEliminarCuando mi marido se independizó le regale un perro que era para mi también claro. Fue al tun tun, una raza grande, nerviosa, movida, destrozona...nos vino grande el perro, pero supimos llevarlo. Ahora tiene 8 años, es un viejito lleno de achaques y canas al que queremos con locura, pero hasta los tres años fue un horror. Recuerdo pasar 3-4 horas diarias en el parque con el.
Yo no creó que vuelva a tener perro, para mi ensucian demasiado, al menos el mio que es guarrito de nacimiento. Y la responsabilidad es enorme. Nos sentimos mal si salimos mucho rato, irnos de viaje es un sofocón porque el perro no quiere quedarse en casa de la abuela paterna y es la única opción porque mi marido no lo quiere dejar en guardería canina por nada del mundo. Mi casa esta llena de pelos a todas horas, ahora que es viejo tiene escapes de pipi cada poco y medicación diaria, y cuando esta muy malito hay que bajar 40 kg de perro en brazos.
En fin, yo cuando alguien me pregunta para tener un perro siempre le cuento lo "malo", para que sepa qeu es lo que hay, que es para toda la vida y hay que apechugar te salga como te salga. Tu ya sabes lo que es un perro que ya has tenido. Quizás la pregunta es si ahora es tu momento de tener uno.
Si vienés por las playas de aquí de vacaciones avisa!!! Me mandas correo y te doy mi tlf y hablamos para quedar ;)
Tiro para la zona de Cádiz querida pero no te preocupes que te mando un ccorreoun día de estos y nos intercambiamos teléfonos y ya si nos podremos ver. Yo no lo querría muy grande para que no ensucie mucho, no lo tengo claro pero ya te digo que tengo tiempo para pensarlo hasta que tenga mi casa. Un besote
EliminarYo soy gatuna, lo primero porque me gustan muchísimo y lo segundo porque me facilita un poco la vida ya que a un gato no hay que sacarlo y claro, cuando me voy de viaje, hago escapadas o voy a tener un día complicado no dependo de nadie para que me lo saque.
ResponderEliminarCuando hice viajes largos, en plan vacaciones de 2 o 3 semanas, mis viajes a Francia, Italia o cualquier otro viaje lejos y largo mi madre y mi hermana me los cuidan, pero al no ser perrros no tienen que sacarlos y eso facilita las cosas, solo tienen que estar un poco con ellos para que no se sientan solos, revisar que tengan agua y comida y limpiar de vez en cuando su caja-baño.
Siempre que me he ido intenté que las vacunas, revisiones o cualquier cosa que fuese un trastorno quedase hecha, así que en mi caso los gatos tampoco fueron una gran molestia, aunque eso sí, siempre he tenido que viajar en un momento en el que alguien de mi familia no viajase.
El último viaje a Francia tuve que ajustarlo con uno de mis padres y mi hermana a Italia, al día siguiente de mi vuelta se fueron ellos y así yo también cuidé los bichos de mi hermana.
Por lo demás no me parece tan complicado y el cariño que dan compensa con mucho los sacrificios.
Mi suerte es que toda mi familia es muy amante de los animales así que claro, tengo ayuda y eso facilita.
En tu caso, si los viajes son por España suele haber hoteles, como dices que hace tu hermano, donde admiten perros.
Si yo fuese tú y me gustasen, en cuanto tuviese mi casa(has dicho que en la de tus padres no) tendría uno.
Mis bichis son todos recogidos o adoptados y les he dado una nueva oportunidad, y merece mucho la pena.
Un besín y me alegra que seas tan responsable y te lo pienses tanto, ya nos dirás en qué queda todo.
Nunca he tenido gato y me da la sensación de que no los voy a entender.... me gustan verlos pero no para tenerlos... te lo diré cuando tenga mi casa jajajajaja
EliminarYo siempre quise uno y mis padres nunca me lo concedieron. Yo sé que hubiese sido muy feliz junto a él y nunca íbamos de vacaciones, pero entiendo su postura. A mí ahora me gustaría tener mascota, es algo que siempre pensé hacer al independizarme. Pero ahora es P. el que no quiere, porque dice que es mucha responsabilidad y que luego se pasa mal. Tiene razón pero yo le digo ¿y todo lo bueno que tiene qué? Quizá más adelante. Porque lo que más me echa para atrás es no poder irme de vacaciones tranquilamente. Ya me pasaba con la tortuga y no perro es más responsabilidad para dejárselo a alguien, así que de momento nada.
ResponderEliminarA ti te aconsejaría que hagas lo que te dicte el corazón en ese momento y mires las circunstancias en las que estás también.
Besitosss.
Por cierto, felices vacaciones.... me das muuucha envidia buena ;)
Muchas gracias guapa. No sé qué haré pero hasta que no tenga mi casa no sabremos el desenlace.
EliminarHaces muy bien en pensártelo tanto. Está claro que un animal es para toda la vida y que no es algo que puedas devolver. Eso demuestra que, si finalmente decides adoptar otro, cuidarás muy bien de él. Un besote!!!
ResponderEliminarDesde luego. Si doy el paso ten por seguro que será con toda las consecuencias. Si no lo doy será porque finalmente no quiera complicarme la vida con esa responsabilidad. Un besote guapa
Eliminarjajaja leo que nunca has entendido a los gatos... Yo soy gatuna... pero también he tenido perros... ¿eh? Y me han encantado igualmente. Eso sí, me fascinan los gatos. Hay que haber tenido uno para saberlo (es que de los gatos hay muchos mitos... mi novio era antigatos y properros... hasta que tuvo una gata... (ahora mismo tiene dos gatas y 5 perros y es pro-gatos)
ResponderEliminarPero es eso... hay que tenerlos...
No sé si te lo conté, pero yo de pequeña era igual... solo que con gatos. Quería un gato. No sé durante cuánto tiempo lo dije. Y un día...sin venir a cuento, llegó mi tía y me enseñó una cestita, y después llegó mi madre con una bolita enana que fue mi primera gata.
Lo he pasado fatal cada vez que se ha muerto alguno de mis animales (gatos y perros... pero también cuando se me murió el hámster... vamos jaja)
Haces bien en pensarlo. Es una decisión importante que no es para tomarla a la ligera. A mí me pone un poco nerviosa la gente que tiene un perro y al año y medio "como no puede hacerse cargo" se lo da a un amigo que tiene un campo "y ahí está mejor".
Mis gatos han sido todos "de calle" y poco reflexionados. Lo que pasa es que soy muy consciente de ello y una vez que un bicho entra en mi casa, ya me las apaño para que no vuelva a estar en las mismas circunstancias en las que ha estado. Y si finalmente se queda conmigo... desde luego que no le va a faltar de nada de lo imprescindible.
Ahora con dos... para los viajes es mucho más complicado. Pero si tengo que salir me buscaré la vida. Bien mediante amigos, bien mediante gente que se dedica al cuidado de mascotas ajenas. Pero sin duda que para mí merece la pena. Aquí los tengo a los dos tirados a mi lado dormidos. Los veo y no se me pasa por la cabeza que no merezca la pena cada "esfuerzo". Me dan mucho más de lo que yo les doy.
Eso seguro que te dan más de lo que tu les das a ellos... no sé lo que haré
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