ANA OBREGÓN Y ANTONIA DELL' ATTE SE RECONCILIAN TRAS 25 AÑOS ENFRENTADAS

Muy buenos días de viernes  (que no san viernes), en este primer viernes de actualidad del año un poco agridulce, porque mañana he de volver al zulo con las mismas ganas que tengo ahora mismo de sumergirme en agua helada, pero no queda otra...

Para un día como hoy he elegido una noticia que publica esta semana la revista Hola, y que me sorprendió bastante en el buen sentido, y es la reconciliación de Antonia Dell' Atte y Ana Obregón. La enemistad de estas dos mujeres viene de muchos años atrás y podría decirse que por culpa de un hombre, Alessandro Lecquio, Antonia estuvo casada con él entre 1987-1991 y fruto de su relación nació Clemente que ahora tiene 27 años. En 1992 llega a la vida de Lecquio la que se convertiría en la bióloga más famosa de España, Ana García Obregón, que se quedó embarazada del italiano y anunciaron la boda en Hola, pero ésta nunca se produjo porque el aristócrata la abandonó por una azafata más joven y rubia, eso sí fruto de su amor nació Alex, que de pequeño se dedicaba a morder los micrófonos de los paparazzis y a pegar a los periodistas que asediaban a su madre. Entonces comenzó la guerra entre las dos ex del conde italiano, donde se han dicho todo tipo de improperios en las televisiones y revistas de nuestro país, impidiendo durante bastante tiempo por este motivo, que entre sus hijos (hermanos por parte de padre), hubieran algún tipo de relación fraternal. 

Cuando ocurrió todo esto además Alessandro rompió la relación con su hijo Clemente, perdió su custodia y estuvieron 20 años distanciados, de esa reconciliación nos hicimos eco en el año 2013 cuando posaron juntos en la revista Hola, Clemente afirmaba que la decisión de no ver a su padre fue propia, que había muchas cosas que no entendía y que esperaba un paso adelante por parte de su padre que al mismo tiempo su padre esperaba de él... Ahí también Antonia y Alessandro comienzan a limar asperezas y Alex y Clemente se conocen y comienzan a tener relación de hermanos... Ana y Alex a pesar de todo, han tenido una fantástica relación con el conde Lecquio a lo largo de los años.

El 31 de diciembre de 2014 moría la madre del conde Sandra Torlonia en Italia, y allí que coincidieron Ana y Antonia, que acudieron para apoyar a su ex y a sus hijos, Antonia explica que en medio de aquella tristeza en el entierro de su suegra, ambas se fundieron en un abrazo, posteriormente toda la familia (Lecquio y su mujer, María, sus  hijos más Ana y Antonia) se fue a comer a un restaurante y allí acabaron cantando juntas y abrazadas. Ana por su parte , dice que no se siente culpable de lo que ocurrió hace 25 años, que ella vivió su historia de amor sin maldad y que nunca quiso hacer daño a nadie, pero coinciden en que el corazón les cegó y que la reconciliación era necesaria para que hubiese una coherencia familiar, que lo han hecho también por sus hijos porque sienten que les han robado una parte importante de su infancia, al impedir que se relacionaran como hermanos más allá de los problemas entre adultos. Ana afirma que no son íntimas ni lo hacen todo juntas pero se llevan muy bien y querían que su reconciliación fuese pública igual que lo fue su enemistad. Alessandro Lecquio también está feliz porque afirma que sus hijos van a poder disfrutar de una normalidad sin continua tensión y enemistad.

La verdad es que como os decía arriba es una noticia que me sorprendió mucho porque toda la vida he recordado los improperios e insultos que ambas se han dicho en los medios, más por parte de Antonia que de Ana, pero claro, también es comprensible si Antonia era la que se sentía cornuda por culpa de Ana. Lo que si es cierto es que tendemos a culpar siempre a la mujer en lugar de a nuestro ex que en cualquier caso es el culpable por ser el que ha cometido la infidelidad, pensamos que son ellas las que se le han metido por medio y lo han hecho ser infiel sin pensar que tal vez ellas no eran conscientes de nuestra existencia... Habrá casos y casos como todo, pero creo que es un grave error culpar a esa tercera persona en lugar de a nuestra pareja... En cualquier caso me parece muy bien que se hayan reconciliado, y creo que el máximo error aquí ha sido impedir por las circunstancias y los problemas de adultos que dos hermanos se conocieran y tuvieran relación desde pequeños...