DE CRISIS EXISTENCIALES Y CONFESIONES

No sé muy bien cómo empezar esta entrada. Llevo varios días dándole vueltas a la cabeza como una loca, ¿Será el momento apropiado para escribir una entrada así? Tal vez es demasiado íntimo pero por otro lado necesito desahogarme... Últimamente siempre en vacaciones me pasa algo y termino concluyendo que lo mejor es la rutina, pero el cuerpo y la mente también se agotan y necesitan descanso y reposo. Como os comenté las navidades metreras son duras, muy duras, al haber más afluencia de la cuenta, y llegué a mi último día laboral hecha un cromito. Me traje a casa los apuntes de las opos y no sé para qué porque confieso que no los he tocado... ¿verdaderamente estaba tan cansada y necesitaba tal desconexión o ha sido una burda excusa? No lo sé, pero estoy desanimada y apática  en cuanto al estudio.

Lo que sí que sé es que últimamente todo me viene grande, me da la sensación que con mi ritmo de vida no voy a ser capaz de afrontar una prueba de tal envergadura, que lo que yo necesitaría (o que al menos me haría sentir más tranquila en cuanto a posibilidades) sería apuntarme a una academia pero con mis super turnos laborales eso es imposible, y sí es cierto que me apunté al modo on line pero lo terminé dejando porque ellos llevaban años o meses con esa convocatoria y yo acababa de aterrizar, y me agobiaba ver por dónde iba yo y por dónde iban ellos (aunque admito que la tutora me orientó en cuanto a leyes y decretos a estudiar). Y encima tengo la negra, porque cada vez que hay una videoconferencia de algo, a mi me toca currar, y como curro mañana y tarde, pues nada oye, que no se puede.

Y me digo a mi misma, a ver alma de cántaro, tu crees que vas a ser capaz de sacar una oposición de Auxiliar Administrativo de la Junta de Andalucía estudiando por tu cuenta?? Uff, si os digo la verdad ahora mismo no. Pero tampoco creo que sea correcto dejar un trabajo estable con los tiempos que corren para centrarme en las opos, yo no sirvo para tener el culo pegado a la silla muchas horas, pero confieso que desde que hace años salí de un oscuro pozo llamado depresión, intento tomarme las cosas con optimismo, positividad y filosofía. No siempre es fácil ver el vaso medio lleno todos los días, hay tengo que hacer un esfuerzo cada mañana cuando me levanto y repetírmelo a mi misma una y otra vez, es como un mantra: hay que ser positivo, hay que luchar, siendo optimistas se consiguen más cosas....

Hay por ahí una frase en facebook que dice: "Si crees que la vida te va a tratar bien por ser buena persona, es como pensar que un toro no te va a coger por ser antitaurino", pues qué queréis que os diga, tal vez penséis que esta que os escribe sea más tonta que abundio por pensar así, pero mi madre me lo repite y ha repetido TODA mi vida: siembra hija, siembra y recogerás... ¿Y cómo no le voy a hacer caso a mi madre si una MADRE es lo más grande que hay y la mayoría de las veces (por no decir todas) llevan razón? Cuando abrí este mi rincón, lo expresé claramente para que quedara por escrito y nunca se me olvidara: este iba a ser un sitio donde reinara la alegría y la positividad porque es cierto que la vida es dura, pero tengo que luchar y ver el vaso medio lleno, y tengo que continuar riéndome hasta de mi sombra, lo que pasa es que últimamente no tengo muchas ganas.

Creo que estoy pasando una crisis existencial, un momento de bajón, una de estas veces que sientes... me metería en la cama me taparía hasta la cabeza y no saldría en un mes... puuff y espero que dure poco. La verdad es que no quiero que me "veáis" triste ni mal, pero confieso que mis circunstancias no han sido muy fáciles, y que fruto de la prematuridad con la que decidí venir a este mundo me quedaron secuelas, físicas, que aunque me permiten hacer vida completamente normal me recuerdan que tengo limitaciones. (Si es que... es verdad que en el vientre materno se estaba oshhhcuro pero... tenía que haber aguantado un poquito más ahí, como el campeón de NM, o la mayoría de los mortales), poshh no, yo quería ver mundo y luz, y nacer en invierno. 

A principios de diciembre en uno de estos días que llovió que parecía que iba a venir Noé con su arca y su pareja de animalicos se inundó una acera por la que yo debía cruzar, bien. ¿Qué hubiera hecho una persona normal (con limitaciones) en ese momento? cruzar por otro lado, o irme a la parada de autobús más cercana en vez de a la más lejana, pero como soy más borrica que un arao y muuuuu cabezota, crucé por donde el agua llegaba hasta el infinito y más allá y al final tanto sortear me terminé cayendo en un charco, y me mojé TODA y mi bolso quedó flotando en el charco. En ese momento me dieron ganas de llorar y maldecir al Dios de la lluvia pero no podía, tenía que ir a trabajar y volver a mi casa a cambiarme. Y cuando llegué a currar y le conté a mi compañera que me había caído en un charco y que mi bolso se había quedado flotando en él, ella estalló en risas, y yo también (de hecho ahora me visualizo y vuelvo a miccionarme).

 Al día siguiente le cogí un poco de miedo al asunto de ir sola aunque ya no llovía, pero se me fue pasando y creí que ahí había quedado todo (ni que fuera la primera vez en mi vida que me caigo o algo...), pero parece que no, que ahora mi mente se bloquea cuando salgo sola a la calle, y no quiero pasar por sitios por los que he pasado del orden de cuarenta mil trillones de veces por miedo a caerme (y nunca me he caido), y por mucho que lo razono, me entra una especie de pánico escénico que odio. Porque yo siempre he hecho vida normal y nunca he dependido de nadie, y cuando esta mañana he salido de casa para ir a la fotodepilación (a quince minutos de donde vivo), me ha entrado una ansiedad y una taquicardia que me oprimía el pecho y no me ha gustado nada. A pesar de ello he conseguido llegar, (con más trabajo del que me hubiera gustado pero bueno), me he relajado mientras me depilaban con la conversación y he vuelto. A la vuelta a 5 minutos de mi casa me he bloqueado muy mucho, y he llamado a mi padre por si estaba cerca, pero NO, y en el fondo yo quería hacerlo sola, pero tras hablar con él me he calmado bastante y he reanudado el camino. Me he parado con una cotilla del barrio a posta, a ver si con la conversación yo iba más distraída y menos neurótica (en efecto), la pobre mujer se preguntará el motivo por el cual hoy iba tan habladora y otras veces apenas le digo adiós o ni eso....

En fin, que me enrollo más que las persianas, en próximos capítulos os contaré cómo va la psicótica de mi mente (esperemos que mejorando).