Muy buenos días de lunes a todo el mundo¡¡ La semana pasada me fue imposible pasarme por aquí ya que el comienzo de las comilonas navideñas me impidió tener tiempo físico para escribir y programar las entradas. Pero aquí estoy de nuevo. Y hoy vengo con un post de reflexión para agradecer, agradecer y valorar el día a día y las pequeñas cosas... Y es que hace escasos diez días nos dejó M. y pensé mucho. Pensé en la mierda que debe de ser para su familia, sus hijos, sus seres queridos que M se haya ido a un mes escaso de la Navidad... Nunca hubiese sido un buen momento, es verdad, pero las Navidades son unas fechas delicadas donde se supone que tenemos un motivo o excusa para reunirnos, disfrutar en familia, reírnos y pasarlo bien, y francamente, no deben tener ganas de celebrar nada y con razón. Barrunto además, por lo poquito que la pude conocer, que M. sería el alma de su casa y de toda celebración... Y es por todo eso precisamente por lo que me senté a reflexionar, y me obligué a ver el vaso medio medio lleno, a poner encima de la mesa todo lo bueno que tengo, sea grande o pequeño.
Gracias por la salud:
Desde luego sin salud no somos ni tenemos nada. No sólo me parece importante ser yo la que cuente con plena salud, también mi familia y seres queridos. Justo el año pasado a estas alturas nuestras Navidades pendían de un hilo por mi padre, pero él quiso hacer el esfuerzo de darnos a todos un kit kat en su enfermedad y tener unas Navidades con ganas e ilusión como siempre habíamos hecho, lógicamente estábamos muy muy preocupados con lo que sucedería el 11 de enero en la intervención, y desde luego el proceso de recuperación fue casi peor y mucho más largo, pero también teníamos esperanza y la plena convicción de que todo saldría bien como así fue.
Gracias por la familia:
Para mí es un pilar importantisimo. Afortunadamente tengo una familia unida. Unos padres que se quieren y que pese a llevar toda una vida juntos y de las rencillas del día a día, son los cimientos que sujetan nuestra familia. Tengo los mejores padres que se pueden tener, gracias a ellos soy y quien soy hoy, y gracias a ellos tengo hoy la casa que tengo. Mi madre fue la que me empujó a meterme en esta vorágine en aquel mes de febrero cuando lo vi, y mi padre aunque de primeras no fue muy positivo, luego desplegó todos sus encantos en la reforma. Mis hermanos... qué decir de ellos, mi hermana es mi pilar de apoyo, el espejo en el que siempre me he mirado y me miraré, la que me hace reír con las ocurrencias más disparatadas, la que me ha dado a las personitas que más quiero, la que me limpia las lágrimas cuando lloro y me aconseja... Y mi hermano, el despegado de la familia, el positivo pase lo que pase, el práctico, el que sabe disfrutar de la vida y siempre está rodeado de gente, el que siempre sabe darte una opinión.
Gracias por los amigos:
No tengo muchos pero lo importante no es la cantidad sino la calidad. Están cuando tienen que estar ya sea para reír hasta que se te salten las lágrimas y te duela la barriga, como para apoyarte en los momentos no tan buenos, cuando las preocupaciones acechan y tu vida se llena de interrogantes, Además es bueno tener a personas con las que sabes que las sesiones de risión están aseguradas, que además creen en ti y te apoyen.
Gracias por el trabajo:
Mi vida laboral empezó hace exactamente cuatro años y medio y no puedo quejarme en absoluto. Es verdad que me costó arrancar pero desde entonces no he parado. En estos cuatro años y medio he aprendido a valorarme, a saber lo que valgo profesionalmente y que no importa si lo que haces es lo que realmente buscabas o no. Lo importante es hacerlo lo mejor que sepas y dar lo mejor de tí, como sí se te fuera la vida en ello, porque tarde o temprano lo verán y de una forma u otra serás recompensada. Empecé en un zulo y bajo tierra, pero esos tres años me sirvieron como digo para valorarme y darme cuenta de mis capacidades, de que aunque me dieron ganas no me volvi asocial del todo ni el grinch de la Navidad, a pesar de todo a mi me gusta el trato con la gente y sentir que ayudo a los demás. Además el zulo me dio a mis amigas, me ha permitido conocer a muy buenas personas que han formado parte de mi día a día y algunas aún siguen ahí, en el zulo conocí a una de mis personas favoritas de la vida: bueno o malo, pase mucho o poco tiempo, siempre estamos, y mola mucho cumplir sueños juntas. Gracias al zulo pude mejorar de trabajo y estar donde estoy ahora, entendiendo de facturas de luz, de consumos, potencia y energía, de kilovatios... donde también he conocido a gente estupenda que hace mis días mucho mejores. El zulo también me permitió ahorrar y aunque siempre lo pensaba, nunca imaginé que esos ahorros me permitirían tener mi propia casa y tan rápido.
Gracias por el día a día:
Salir de la cama temprano para vestirme y desayunar, maquillarme e irme a trabajar. Volver a casa cansada después de ocho horas trabajando, sacar el lavavajillas, ir a hacer recados con mi madre, reírnos a carcajadas de cualquier tontería u ocurrencia, volver a casa antes de que haga más frío, disfrutar de una ducha caliente, cenar calentita en mi brasero mientras veo una película o una serie, saborear un polvorón de chocolate después de la cena, irme a la cama después de un día agotador y poder taparme con la funda nórdica hasta los ojos mientras me quedo dormida entrando en calor.
Un café con sobaos para merendar, el olor a ropa limpia mientras tiendes la lavadora, el color de mi felpudo, el sonido que hacen las teclas del portátil mientras escribo, poner la calefacción cuando me voy a meter en la ducha y sentir esa agradable sensación cálida cuando abro la puerta, encontrarme a mi nueva vecina al volver la esquina y sonreír, improvisar una salida con compis majas del trabajo y pasarlo bien, arreglarte simplemente porque te apetece y gustarte el resultado que te devuelve el espejo minutos más tarde...
Valorar todo lo bueno que tenemos, sonreír, ver el vaso medio lleno y sumar en lugar de restar me parece que es un gran homenaje que puedo hacerle a M para que tenga buen viaje, ¿no creéis?
¡¡¡¡Hola!!!!
ResponderEliminarMil por mil de acuerdo. Mi padre falleció en plenas navidades, la ambulancia vino a casa durante la cena de Nochebuena así que imagínate, yo, que era la loca de la Navidad...y aunque es algo que sigo llevando fatal tengo mucho que agradecer.
Como bien dices tengo una buena familia, mis padres también fueron un ejemplo, y mi hermana...ayer estuvimos hasta la madrugada mandándonos whatsapp tontos, y mi madre que tira de todos, y un marido que no me merezco, que ha hecho unas cosas por mí que a veces parecen imposibles, y mis hijos, mis suegros que me apoyan y valoran un montón, y mi familia va creciendo porque además de mis cuñados ahora soy muy amiga de una hermana de mi cuñada, y he recuperado a una amiga que se había ido a vivir fuera, y aunque apenas nos vemos hablamos por face y whatsapp...y mi tío hace un año estaba a tope con la radio y ahora tiene el alta. Y mis animales están todos bien.
Claro que hay cosas malas, pero como bien dices meterse de noche en la cama, taparnos con el nórdico y saber que están todos bien es un lujo.
Besos y a quedarse con lo bueno, que es mucho.
No me quiero ni imaginar lo duro que debió ser para todos aquella Navidad Gema... Tu padre estará orgulloso de ver que su hija es escritora allá donde esté :). Un abrazo
EliminarGracias guapa, no te imaginas que tristeza tenía el día de la presentación del libro porque él no estaba, ya no tenía ni lágrimas.
EliminarUn post precioso, Clara. Hay tantas cosas que agradecer todos los días. Hace un rato estuve hablando por teléfono con una bloguera amiga y no sabes cuánto me reí. Cuando colgué me dije "si es que la vida es esto": reir, tener con quien compartir, tener salud, familia, amigos, compañeros de trabajo, trabajo, dinerito (poco o mucho, da igual), una casa, hasta alguien a quien escribir como ahora estoy haciendo contigo...
ResponderEliminarSiento lo de M. Ya te dije que mal pronóstico tenía la cosa.
¡Animo y a ser positiva como eres!
Un beso muy fuerte
Todos sabíamos que M terminaría como acabó, y es una pena, pero creo que cuando se recuerda y se habla de las personas no mueren del todo. Disfrutar de la vida y de las pequeñas cosas me parece un gran homenaje para ella.
EliminarUn besito Chelo
Qué bonitas conclusiones. Yo también tengo muchísimo que agradecerle a la vida y procuro no olvidarlo nunca.
ResponderEliminarHay veces dentro de la propia rutina del día a día, en que nos olvidamos de las pequeñas cosas y de la suerte que tenemos.
EliminarUn besito