¿PUEDEN CAMBIAR LAS PERSONAS?

Hoy vengo con una de reflexiones, más o menos es como los jueves de Gema, pero yo lo hago más de vez en cuando, porque si yo reflexionara todas las semanas no habría quién me leyera, porque yo no reflexiono, yo diserto filosóficamente con mis pensamientos... De hecho al principio de empezar a estudiar filosofía en el colegio se me daba mal, hasta que le pillé el punto, y empecé a darle vueltas y más vueltas a las cosas, y entonces empezaron a lloverme los notables y los sobresalientes a mamporrillo (jajajajja).

¿Pensáis que las personas pueden cambiar? ¿Creéis que las vivencias que acontecen en nuestras vidas la pueden modificar y hacernos cambiar? La cuestión es que hace una semana escasa fruto del uso de las redes sociales, y de la casualidad, alguien de mi pasado volvió a mi vida... fue una persona que pasó por ella de manera fugaz y momentánea, alguien que no dejó una huella demasiado profunda pero de la que al mismo tiempo guardaba un buen recuerdo... Alguna vez me había preguntado qué tal le habría tratado la vida, tal vez seguiría viviendo aquí, o tal vez puso distancia de por medio y cambió de lugar de residencia, probablemente tendría pareja... ¿Quién sabe? Seguramente ahora tendría una vida de lo más normal, como el común de los mortales. Al encontrarme con ella comencé a divagar y a tratar de recordar ese breve espacio de tiempo en que esta persona anduvo por mi vida, hace unos siete años, la recordaba fría en su trato, y quizás algo superficial, pero suponía que sería fruto de los 24 años de entonces... tampoco es que yo a mis 22 y en plena carrera universitaria fuese la madurez personificada ni mucho menos, pero como os decía arriba, a pesar de todo, guardaba un buen recuerdo.

Unos días después mantuve una larga conversación con esta persona, y como os imaginaréis después de siete años nos estuvimos poniendo al día de nuestras vidas. Cuando alguien me pregunta por mi vida, yo siempre cuento la parte buena y positiva, la mala y negativa (que la hay), me la guardo para mí porque no me gusta contar mis miserias, porque entre otras cosas, creo que todo el mundo las tiene, y si cada uno fuese contando por ahí las suyas a todo el que se encuentra... a estas alturas estaríamos todos llorando por las esquinas del amargamiento... ¿no creéis? En cualquier caso, si doy alguna pincelada de la parte mala, suele ser de pasada y restándole importancia.

Cuando le tocó  el turno a esta persona de ponerme al día de su vida, sorprendentemente hizo un resumen de sus últimos siete años, englobando lo malo, con un: "me licencié después de pasar por un cáncer, problemas de corazón y una depresión", y digo sorprendentemente porque nuestro nivel de confianza no era, ni es tal como para que me contara algo así, y porque desde luego no esperaba que a una persona tan joven se le pudieran torcer las cosas de esa manera... Es entonces cuando vi el percal, cuando comencé a contarle que mis últimos siete años tampoco han sido un camino de rosas, aunque mis males no tenían mucho que ver con los suyos, males eran y como dice el refrán "Mal de muchos consuelo de tontos". Conforme iba discurriendo la conversación tenía la sensación de que esta persona no era la misma que yo conocí, parecía mucho más humana, con inquietudes e inseguridades, y desde luego menos fría y superficial... me di cuenta de que esta persona había cambiado y probablemente su cambio se debía a todas esas malas vivencias que ha tenido en su vida, y que seguramente hayan hecho que se plantee las cosas de otra manera...

Pero esto no siempre es así. Tengo un familiar que me cae mal. Me cae mal porque es una persona que a pesar de la cercanía (por la edad que nos une), jamás se ha preocupado por mí y me ha demostrado cariño. Si probablemente tú le preguntas a un amigo o amiga suya, te dirá que es una persona estupenda y encantadora, tiene sus cosas buenas (que no digo yo que no), pero el problema es que conmigo NUNCA se ha comportado así. Lo suyo siempre era lo mejor, ella tenía que sacar mejores notas que yo, maquillarse más que yo, tener mejor cuerpo que yo... todo más... y encima parecía tener una flor en el culo para las cosas de la vida, porque TODO le salía redondo. Un día cuando ambas teníamos 17 años, su vida dio un giro de 360 grados tras perder a su padre de forma repentina. Yo entonces pensé que lo que le había ocurrido, era el tipo de lección que esta persona necesitaba, para que se diera cuenta de qué era lo realmente importante y cómo te puede cambiar la vida en un suspiro.... Cual fue mi sorpresa, que el tiempo iba pasando y esta persona seguía siendo y actuando exactamente igual, lo que pasa es que yo me fui distanciando y separando, en vista de que sus actuaciones no me terminaban de convencer. A pesar de todo, en ese mal momento estuve ahí, por si caía que pudiera apoyarse en mí, y no hace mucho me decía que perengano el de los palotes la ayudó mucho tras la muerte de su padre....¿Perdona? A perengano que lo conociste un fin de semana de campamento y no le volviste a ver? Hombre pues... gracias por la parte que me toca, maja... Hubo un momento en que intentamos poner en común con una conversación lo que nos había pasado en nuestra relación, fui franca y sincera, y reconocí cosas que no había hecho bien como colgarle el teléfono o no contestar... y pedí perdón por ello... la conversación se terminó ahí porque ella no asumió ninguna parte de culpa ni haber cometido ningún error, y fue para nada.

Este familiar está casado y tiene un hijo a día de hoy, sigue circulando por la vida aparentando, con sus aires de grandeza, como si su hija fuera perfecta y su marido también, como si le llovieran los amigos cuando en realidad no es así, y contagiando esa forma de ser a su marido que antes me caía mejor que ella y ahora cada vez soporto menos. Lo que me consuela es que sé que no soy la única que la ve así, que en el pueblo todos la conocen y saben como es, y ponerla a caer de un burro en comuna de vez en cuando, me sienta fenomenal. Porque encima, es de estas personas que se jacta de hablar de la vida de los demás SIN saber, y cuando te cuenta las cosas las modifica dándose una importancia que si rascas, descubres perfectamente que no es tal. Si te dice por ejemplo que fulanita de copas se casa, y tu le preguntas que quién se lo ha dicho, te dice que la propia fulanita, que han hablado... Si vas a fulanita te dice que a la otra se lo dijo su hermano y que es cierto que hablaron pero porque la otra la llamó para darle la enhorabuena... ¿Lo pilláis?

En definitiva, creo que hay gente que tras una serie de vivencias, cambia su forma de pensar y de ver la vida, y hay otras que por muy gordo que sea lo que les pase, seguirán siendo igual de superficiales hasta el día que se mueran.