para crear esta entrada hablando de mi padre. Mi padre es un
ser muy especial al que hay que conocer, siempre he tenido una relación con él
un poco de amor-odio, ambos tenemos mucho temperamento y un “pronto fuerte” que
nos hace chocar, y durante mi adolescencia de rebelde sin causa, parece que
vivo con un sargento militar, no nos llevábamos muy bien. A mi padre le costó
asumir que su princesa estaba creciendo y que tenía que dejar de tratarme como
tal. Aún hoy le cuesta a veces, de repente se acuerda de que ya es abuelo y yo
no soy su nieta, y recula.
Si lo veis por la calle, mi padre es un hombre serio que se
limita a saludar educadamente y que no da explicaciones, no suele pasar del “hola
y adiós” a no ser que se encuentre con un amigo o alguien a quien aprecie
realmente. En las distancias cortas, mi padre es divertido y tiene sentido del
humor, pero el día que está enfadado o no tiene ganas, no lo intentes. Es un
hombre muy sabio, con una vida muy interesante, el marido de mi prima siempre
intenta convencerlo para que cuente sus vivencias en un libro.
Fue marino-mercante durante 5 años, ha viajado por el mundo
y visitado muchísimos países. Yo creo que se siente un poco de ninguna parte,
puesto que aunque nació en Granada, mi abuelo era capitán de la Guardia Civil y
siempre anduvieron de aquí para allá. Cuando mi abuelo se jubiló, se instalaron
en el pueblo donde posteriormente mi tía la mayor conoció a su marido y se
casaron, mi tía la pequeña empezó a salir con el hermano de mi madre, y mi
madre y ella se hicieron amigas (además eran vecinas). En las vacaciones, mi
padre volvió a pasar el verano con la familia, conoció a mi madre y empezaron a
salir. Mi madre por entonces sólo gastaba 16 añitos, pero le dejó las cosas
bien claras a mi padre: ella no quería un novio que fuera y viniera de vez en
cuando, y mientras ella esperando como una boba, tampoco un padre para sus
hijos al que éstos vieran dos veces al año y en cada ir y venir, le dejara “una
barriga”. Mi padre se fue a Vigo, pero nunca cogió el barco, llamó para decir
que se quedaba, y entonces empezaron a construir su vida juntos.
Al salir tan pronto de casa, mi madre se encontró con que “el
hijo del capitán” sabía planchar, coser un botón, barrer, cocinar y limpiar el
polvo, porque en alta mar tenían que hacérselo todo (cocinar no), pero ya
estuvo viviendo fuera estudiando, y mi abuela contaba que jamás le dio trabajo.
Ambos (mi padre y mi madre) opositaron para la seguridad social, y han sido
unos currantes funcionarios toda la vida, que sacaron su plaza y se instalaron
en Ciudad donde vivimos (sólo diré que soy andaluza). Mi padre ha sido un padre
todo terreno, lo mismo daba biberones que dormía a sus hijos o se levantaba por
las noches. Mi hermana tenía terrores nocturnos y hasta que a los 3 años llegó
mi hermano, tuvieron que turnarse uno cada noche para dormir con ella. Decía
que podía cantarle el LP entero de Serrat, que la niña seguía con los ojos como
platos. Mi hermano no dio lata (hasta que creció un poquito), y ellos ya se
habían plantado en cuanto a hijos, peeeero la vida te da sorpresas y cuando mi
madre tenía 33 y mi padre 42 vine a nacer yo. A mí también me dio biberones,
cambió los pañales y me cantaba para dormirme, hasta el punto de que yo en vez
de dormirme cantaba con él.
Había una chica en casa que estaba desde por la mañana, nos
llevaba y recogía del cole, hacía las tareas del hogar y cuando llegaban mis
padres ya se marchaba. Yo pasé una mala racha fruto de que en ese momento, la
chica que estaba se fue, y hasta que apareció la definitiva (aún hoy en casa),
me costó mucho habituarme. Mi padre algún que otro día me llevaba al colegio
(trabajaba en un organismo más pequeño, y tenía más flexibilidad horaria que mi
madre), eso implicaba levantarme, vestirme, desayunar, peinarme y llevarme al
colegio. Lo de peinarme…. Con tres cepilladas y una diadema iba que chutaba,
suerte que al colegio iba en uniforme. Por las tardes me recogía, me llevaba la
merienda, me dejaba en la academia de inglés, me cambiaba la mochila del cole por
la carpeta y luego me recogía mi madre.
En clase flipaban cuando les decía a mis compañeras que mi
padre era el encargado de la compra, o que mi madre no solía cocinar pescado
porque ya lo hacía él. Mi madre estudiaba conmigo pero si tenía alguna duda con
los deberes solía solucionarlo él, mi madre tenía menos paciencia y solía
chivarme cómo resolver un problema de matemáticas. Menos mi madre y yo, en casa
todos eran de ciencias, a mí desde el minuto 1 siempre se me atravesaron, sobre
todo las ciencias exactas. Ahí estaba papá para ponerme ejemplos tangibles con
lápices de colores o manzanas o peras……… Continuará
Me ha encantando esta entrada sobre tu padre. Yo tengo un relación muy especial con el mio, aunque en algunos momentos me recordaba a él lo que escribias, en otros, no tienen nada que ver!
ResponderEliminarMi padre ha trabajado mucho y nunca ha hecho nada en casa. Ahora jubilado, cocina, mucho y muy bien! mil veces mejor que mi madre.
Pero algo que tienen en común es que mañana cumple 70 años, y no, no los aparenta pero los tiene. Y a mi me da un terror inmenso perderle.
Un beso. Me quedo por aquí.
Encantada de que te quedes por aquí Trax, yo también te sigo. Muchas felicidades para tu papi, ojalá nos duren muuuuuuchos años. Cada día que pasa me doy cuenta de que mi padre es de esas personas que cuando lo conoces de verdad, te marcan para siempre. Besitos.
EliminarQué bonito!!!! Yo con mi padre tengo buena relación, somos muy parecidos y sabemos cuando hay que hablar y cuando no, ¡y la relación fluye. Al igual que Trax, mi padre trabajaba mucho y en casa no ayudaba, en cambio desde que se ha jubilado cocina y se defiende bastante bien. Un besito y una entrada muy bonita.
ResponderEliminarMe hace gracia lo de los ejemplos con lápices porque yo lo hacía así con mi hijo, y con cromos de Harry Potter, jeje.
Ayyyyyy odiosas matemáticas que se me atravesaron pero bien jejejeje.... los padres haceis lo que sea por los hijos eh? Un besote.
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